Diego Maenza
Creador
Con varias novelas, poemarios y cuentarios publicados, toda mi vida me he dedicado a la literatura. Desde 2022 decidí abandonar las letras y dedicarme por completo a la pintura figurativa. En este espacio te cuento un poco más acerca de mi viaje artístico y mi faceta de creador.


Etapa literaria
Obras literarias
He escrito poesía y narrativa y mi obra ha sido traducida a varios idiomas.
En 2018 la Sede Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana publicó mi novela Estructura de la plegaria, una obra que aborda temas sensibles como la pederastia y el aborto en el contexto de la vida íntima del clero católico (obra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, alemán y ruso).
En 2019 vio la luz el poemario Bestiario americano, un libro que condensa en clave poética leyendas urbanas y mitos de toda América.
En 2020 publiqué mi segunda novela titulada Todas las cartas de amor son ridículas, una parodia de las novelas rosas, escrita en formato epistolar y que trata temas como la violencia sexual.
Soy autor de los libros de relatos Identidades, publicado por la editorial española Alféizar en 2019, y del libro de cuentos Engendros, publicado en 2020 por la editorial ecuatoriana Cuerpo de Voces; este último libro resultó ganador en la tercera convocatoria anual del Instituto de Fomento de las Artes, Innovación y Creatividades del Ministerio de Cultura de Ecuador.
En 2021 publiqué ENtidades, un libro que recopila cinco relatos de Identidades y cinco relatos de Engendros, y que fue lanzado por la empresa editorial italiana Tektime en publicaciones conjuntas con las ediciones del libro en francés, inglés, italiano y portugués.
Algunos de mis cuentos constan en antologías nacionales e internacionales.
Desde enero de 2022 abandoné la literatura de imaginación y desde entonces me he dedicado a trabajar mi obra gráfica y pictórica.
Mantengo una novela inédita sobre de la vida de tres de los violadores seriales más sanguinarios de Latinoamérica. La he titulado Los monstruos acechan entre la hierba. La terminé de escribir a mediados de 2021 y espero que pronto salga a la luz.
Etapa artística

A medida que avanzaba en mi carrera literaria, experimenté un crecimiento constante tanto en términos de logros como de reconocimientos. Sin embargo, a pesar de los elogios y los éxitos, una sensación de inquietud comenzó a arraigarse en mí. Las palabras que una vez fluían con facilidad comenzaron a sentirse limitadas, incapaces de capturar la complejidad de mis pensamientos y emociones en su totalidad.
Mi historia en las letras había sido una de logros y satisfacciones, pero llegué a un punto en el que sentí que necesitaba un cambio, una forma diferente de comunicarme con el mundo y de explorar mi creatividad. A los 35 años, reflexioné sobre el trayecto que había recorrido y vislumbré los años por delante como una oportunidad para explorar una pasión latente: el arte figurativo.
La decisión no fue tomada a la ligera; fue el resultado de profunda introspección y autodescubrimiento. En el arte figurativo encontré una razón para conectar con la realidad de una manera más tangible y visceral. La posibilidad de plasmar emociones, formas y momentos en lienzos se convirtió en un llamado irrefrenable. Sentí que, al igual que en mis escritos, podía volcar todo lo que tenía dentro de mí, pero esta vez por medio de trazos y colores. Cada trazo, cada pincelada, llevaba consigo la capacidad de expresar emociones profundas y matices sutiles en una forma que me resultaba completamente nueva y emocionante. Toda una aventura. El arte figurativo se convirtió en mi refugio, un espacio donde podía explorar mi creatividad sin restricciones. Cada lienzo en blanco representaba una oportunidad para dar vida a mundos internos que habían estado latentes durante mucho tiempo. El proceso de mezclar colores, definir formas y capturar expresiones se convirtió en un camino liberador y auténtico. Dejé de pensar y empecé a sentir.
La transición no estuvo exenta de desafíos. A pesar de las diferencias entre la palabra escrita y la imagen visual, encontré paralelismos en la profundidad de la expresión artística y en una transformación completa de cómo me conectaba con mi propia creatividad y expresión. Hallé una nueva forma de comunicar mi visión del mundo, una forma que resonaba profundamente conmigo y que me permitía explorar mi interior de maneras diferentes.
En este nuevo capítulo de mi vida, el proceso creativo se convirtió en una danza apasionada entre la inspiración y la técnica. Me sumergí en la exploración de la anatomía humana, la captura de emociones en los rostros y la transmisión de atmósferas en cada escena. El arte figurativo me brindó la libertad de interpretar la realidad a través de mi propia perspectiva, de explorar la luz y la sombra, y de transmitir sensaciones de una manera que antes solo había experimentado (y de manera distinta) con las palabras, o que solo intentaba descubrir en las pinturas de otras personas.
A medida que continúo embarcado en esta nueva etapa, tengo la certeza de que mis años de dedicación literaria no se perderán, sino que se fusionarán con mi evolución como artista figurativo. Cada obra que empiezo a crear es una página en blanco llena de historias visuales, cada trazo es una frase que lleva consigo la profundidad de mis experiencias previas. Al igual que en mis escritos, sigo buscando conexiones emocionales y momentos de reflexión en cada lienzo.
Mi decisión de dejar las letras y abrazar el dibujo y la pintura, en la que considero la mitad de mi camino de vida, ha sido un acto no sólo de descubrimiento, sino de valentía y autenticidad. Mi viaje artístico continúa, y estoy emocionado por los próximos lustros que dedicaré a explorar y compartir mi visión del mundo a través del arte.



Exposiciones pictóricas
Exposición Pictórica 2023
Auspiciada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana




2010 - present
2010 - present
